Ingrid Cruz, una de las actrices más reconocidas de la televisión chilena y parte del área dramática de Mega desde hace 10 años, abrió su corazón en una entrevista con The Clinic, donde compartió los duros momentos que vivió al principio de su carrera en las teleseries.
Actualmente interpretando a «Pastora» en Nuevo Amores de Mercado, la actriz recordó sus 26 años en la televisión, comenzando su carrera en Marparaíso, la teleserie de Canal 13, junto a grandes actores como Jorge Zabaleta, Alejandra Herrera y Cristián Campos.
En su conversación, Cruz reveló que a lo largo de su carrera se ha esforzado constantemente para ser una pieza clave en el mundo de la televisión. «Te puedo decir que he trabajado a concho toda mi vida. Siento que uno se tiene que volver necesario porque nadie es necesario, a todos nos pueden cambiar. Entonces, uno siempre tiene que ser algo. Ser buena onda en los equipos, por ejemplo», comentó.
La actriz también compartió sabias palabras con los nuevos actores que llegan a la industria: «Muchas veces, pero muchas veces, he sido delegada de actores y siempre les digo a los actores nuevos que llegan: ‘Aquí hay tres cosas que uno tiene que hacer para tener la pega bien: llegar a la hora, llegar bañado y con el texto aprendido’.»
Refiriéndose a sus primeros años en la televisión, Ingrid recordó cómo fue el proceso de adaptación a un medio distinto al teatro. «Estuve trece años en el 13. En el 13, un poco, lo viví todo. Entrar niña, que me enseñaran a pararme delante de las cámaras, porque yo estudié actuación y en esa época no se enseñaba nada audiovisual. Yo era actriz de teatro, entonces se dieron el tiempo de enseñarme», explicó.
Cruz también recordó cómo fue vivir el proceso de maduración profesional y el impacto que tuvo el éxito de teleseries como Machos, donde tuvo un personaje particularmente desafiante. «El de ‘Machos’, para mí, fue un personaje muy difícil y es uno de los que más me ha costado», recordó.
Condiciones Laborales y Cambios en la Industria
La actriz también habló sobre el ambiente laboral en las teleseries, destacando los tiempos difíciles que tuvieron que enfrentar los actores en cuanto a malos tratos y actitudes normalizadas de la época. «Era normal. Estaba tan normalizado que te gritaran, que te tenías que callar, así era», indicó.
Al ser consultada sobre si siente que es un peso o responsabilidad trabajar en la única área dramática que queda en el país, Ingrid fue clara en su respuesta: «No lo tomo como un peso. Lo tomo como consecuencia de una carrera larga y difícil, que ha pasado por muchas épocas televisivas».
Comentó además sobre las grandes diferencias que existen entre la televisión de los 90 y la actualidad. «Yo partí a fines de los 90, en una televisión que no tiene nada que ver con la televisión de hoy. Si alguien joven de hoy estuviera en esa televisión de los años 90 le daría un síncope. O sea, sería imposible. Los malos tratos y los gritos, la misoginia. Yo, como actriz, tampoco alcanzaba a verlo», señaló.
El Cambio Hacia un Ambiente Más Respetuoso
Finalmente, Ingrid destacó el cambio que ha experimentado el ambiente laboral en la industria, señalando que, aunque fue antes de movimientos como el #MeToo, fue una generación más joven la que empezó a abrir los ojos a estos problemas. «Se empezaron a dar cuenta de que la gente tiene derechos, de que puedes decir las cosas con respeto. Ese tipo de dirección o de producción, ese tipo de tratos, se empezaron a quedar obsoletos», expresó.
También reflexionó sobre cómo las demandas físicas hacia los actores han cambiado con el tiempo, especialmente en cuanto a los estándares de belleza. «Y mucho, pero mucho después, fue el darte cuenta del cuerpo», dijo, refiriéndose a las peticiones sobre cambios físicos como la pérdida de peso que llegaron a ser excesivas.
Este testimonio de Ingrid Cruz pone en evidencia los desafíos de la industria televisiva chilena y cómo, a través del tiempo, se ha logrado avanzar hacia un ambiente más respetuoso y consciente de los derechos de los actores.